Una dieta rica en aceite de oliva ha beneficiado la salud de quienes residen en la región mediterránea desde hace miles de años. Ha sido durante el siglo pasado, sin embargo, cuando los beneficios del aceite de oliva se han ido investigando, reconociendo y proclamando por todo el mundo.
Los efectos beneficiosos para la salud del aceite de oliva se deben a su composición fenólica. El aceite de oliva contiene una gran cantidad de antioxidantes valiosos que no aparecen en otros aceites. Se cree que el hidroxitirosol es el principal compuesto antioxidante de las olivas y, al parecer, desempeña un papel importante en los numerosos beneficios para la salud atribuidos al aceite de oliva.
Muchos cardiólogos recomiendan consumir diariamente al menos dos cucharadas de aceite de oliva, y los estudios epidemiológicos sugieren que el aceite de oliva tiene un efecto protector contra ciertos tipos de cáncer: de mama, de próstata, de endometrio y de colon. También se ha sugerido que el aceite de oliva puede ser en parte responsable de la baja incidencia de ciertas enfermedades cardiovasculares. Ayuda a mantener la presión arterial en su nivel normal. Además, los antioxidantes que se hallan presentes en el aceite de oliva pueden combatir el colesterol.
El aceite de oliva causa raramente reacciones alérgicas; tiene, sin embargo, propiedades emolientes y laxantes, funcionando como purgante. También es un potente bloqueador de las contracciones intestinales. El consumo diario de aceite de oliva ayuda a la función cognitiva, puede prevenir accidentes cerebrovasculares, reduce el riesgo de diabetes y de obesidad y puede prevenir la osteoporosis y la artritis reumatoide.
El aceite de oliva es reconocido no solo por sus propiedades curativas, sino también como un penetrante humectador natural que regenera las células de la piel y suaviza la epidermis. Se usa ampliamente en cosméticos, jabones, productos capilares y cremas de afeitar y es increíblemente beneficioso y popular entre los amantes de los remedios naturales. Por último, pero no menos importante, las hojas del olivo se pueden utilizar para preparar tés medicinales.
A continuación encontrará los beneficios del aceite de oliva para la salud mejor conocidos y más probados científicamente.
1. El aceite de oliva puede ayudar a disminuir el colesterol «malo» y la presión arterial
Está clínicamente probado que el consumo diario de aceite de oliva reduce el nivel de LBD (colesterol «malo») en sangre, a la vez que aumenta el nivel de LAD (colesterol «bueno»). Así, contribuye a reducir los niveles de colesterol en sangre que pueden provocar enfermedades cardiovasculares. Estudios recientes han demostrado que el consumo de aceite de oliva puede ayudar a disminuir tanto la presión arterial sistólica como la diastólica. Esto se debe a los polifenoles del aceite de oliva, pero también al ácido oleico: un ácido graso que puede inducir esta disminución.
2. El aceite de oliva puede prevenir el cáncer
Muchos investigadores creen que varios cánceres, como los de colon, próstata y mama, están relacionados con el consumo de grasas. Investigadores de la Universidad de Atenas hallaron que el consumo moderado y regular de aceite de oliva virgen –ingrediente básico de la dieta mediterránea– está asociado con menores incidencias de cualquier tipo de cáncer.
3. El aceite de oliva protege de los perjuicios de la oxidación
El aceite de oliva es rico en antioxidantes, especialmente vitamina E, que desde hace mucho se cree que reduce el riesgo de cáncer. Además, el aceite de oliva es el que más contenido tiene –entre todos los aceites vegetales– de grasas monoinsaturadas, que no se oxidan en el cuerpo. Otro hecho de gran interés es que el aceite de oliva contiene cierto tipo de polifenoles que, junto con el ácido oleico, parecen proteger de la oxidación del colesterol LBD en el cuerpo.
4. El aceite de oliva ayuda a la función cognitiva y previene accidentes cerebrovasculares
De acuerdo con un estudio reciente realizado en Francia, las personas mayores que consumen aceite de oliva cada día pueden estar protegidas contra accidentes cerebrovasculares. Además, ese estudio mostró que las personas mayores que consumían bastante aceite de oliva tenían menor probabilidad de desarrollar un déficit cognitivo en memoria visual y fluidez verbal en comparación con las que nunca habían consumido aceite de oliva.
5. El aceite de oliva reduce el riesgo de diabetes
Últimamente, los investigadores y nutricionistas han debatido sobre el mejor patrón de alimentación para diabéticos. Investigadores españoles publicaron un artículo en una revista científica defendiendo que una dieta con control de calorías rica en grasas monoinsaturadas no provoca aumento de peso y es recomendable para personas con diabetes.
6. La ingesta de aceite de oliva previene la osteoporosis y la artritis reumatoide
El consumo elevado de aceite de oliva parece mejorar la mineralización ósea y la calcificación. Esto contribuye a la absorción de calcio y desempeña un papel importante en ayudar a los que padecen de osteoporosis, y prevenir su aparición. Además, de acuerdo con estudios recientes, los individuos en cuyas dietas se cuentan altos niveles de aceite de oliva son menos propensos a desarrollar artritis reumatoide.
7. El aceite de oliva puede ayudar a reducir la obesidad
Por último, pero no menos importante, un número de estudios ha demostrado que, cuando la gente sustituye las grasas saturadas por aceite de oliva rico en grasas monoinsaturadas, mantiene su peso o incluso lo reduce. Una dieta rica en grasas monoinsaturadas y baja en carbohidratos, de hecho, se traduce en mayor pérdida de peso que una dieta baja en grasas y rica en carbohidratos.